viernes, 13 de marzo de 2015

Perdió la guerra contra la escasez y el hampa / por @PlacidoMalave


El llamado del presidente Nicolás Maduro a un nacionalismo que en él se descubre artificial, y plenamente rebuscado, me hace pensar un poco en las otras “guerras” que ha batallado con triste desenlace el Jefe del Estado.

Mientras en Miraflores se “preparan” para la guerra contra los Estados Unido  de Norteamérica,  podemos recordar que Nicolás viene librando una “guerra” contra la escasez y el desabastecimiento, donde es evidente su derrota.

Las colas, la desaparición de rubros de primera necesidad, de medicinas, de repuestos y de productos comestibles demuestra que el “guerrero” del bigote está desarticulado, derrotado y desorientado.

La llamada “Guerra Económica” la perdió de calle, como decimos en Guamachito.

Cuando abordamos la otra batalla madurista en contra el hampa, aquí podemos aseverar que el régimen está en franca retirada.

Muchas de nuestras comunidades populares están dominadas por la criminalidad desatada, las propias cárceles no están controladas por el Gobierno sino por los llamados “pranes”, es decir, las prisiones son territorios hostiles.

Los venezolanos, sobre todo los que somos padres, sentimos angustia exacerbada y entendible cuando  nuestros hijos salen a la calle, lo cual se compara con un profundo alivio cuando retornan a casa sanos y salvos.

Contra la delincuencia el madurismo perdió, y no fue una derrota pequeña, sino una aplastante, y las consecuencias la vivimos diariamente en todos los rincones de nuestra Venezuela.

¡Bueno! Ya vemos que Nicolás perdió la guerra contra la escasez, porque este mal se va profundizando constantemente y también contra el hampa, mas no son los únicos frentes donde el Gobierno ha saboreado la hiel de los reveses.

En el plano político el Estado venezolano está cada día más arrinconado, con una carencia total de simpatizantes, debido a que son miles de ciudadanos que se desprenden del aparato gubernamental y se suman a las filas de la oposición. ¡Amor con hambre no dura!

Otra de las derrotas del madurismo estriba en el plano internacional, cada vez son más tímidas las expresiones de solidaridad de los “compinches” del Gobierno.

Bolivia, Argentina, Nicaragua y las islas del Caribe, sobre todo Cuba, no se quieren meter en camisas de once varas, y las opiniones emitidas en “defensa” de la revolución son cada día más timoratas.

Y entre las capitulaciones más sonaras está en el área de la corrupción.

El madurismo cae estrepitosamente ante los descubrimientos de miles de dólares de venezolanos, vinculados con el Gobierno, en bancos intervenidos en Europa como los casos del HSBC Holdings y el Andorra.

Lo cierto es que con tantas derrotas, sin hablar de la antipatriota actitud de su gobierno ante la insolente y agresiva política expansionista de Guyana en territorio nacional, surge  el régimen hipócritamente ante los anuncios de Estados Unidos como un seudo-nacionalismo.

Su última derrota es que ya la mayoría de los venezolanos y del mundo saben que él es un violador de los Derechos Humanos y la única amenaza que existe en Venezuela.

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