El vocero del ente contralor de la entidad precisó que escasez,
desabastecimiento, alto costo de la vida ha repercutido de forma negativa en
las relaciones humanas de los habitantes de la región
Nota 29/05/2014-. El coordinador estadal del equipo de contraloría
ciudadana, denominada Operación Mosca,
Plácido Malavé, dio a conocer que las cifras de violencia en los centros de
venta de alimentos se han incrementado
en un 300% en los últimos meses en Anzoátegui.
“La escasez, el
desabastecimiento, el alto costo de la vida está afectado de forma directa las
relaciones humanas entre los anzoatiguenses. Estamos viviendo la era de la
guerra por la comida”, señaló.
El dirigente social y político indicó
que en los últimos meses los números de
incidentes en centros de venta de alimentos tanto del Estado como de la empresa
privada se han exacerbado “vertiginosamente”.
El estudio que se realizó en los
municipios Bolívar, Sotillo, Guanta, Anaco y Simón Rodríguez determinó que a
inicio del año se registró, durante enero y febrero, un total de 146 incidentes
ocasionados por la aparición de rubros desaparecidos, no obstante entre el 22
de marzo hasta el 22 de mayo se sumaban 437 casos.
“Existen dos modalidades de
agresión, la primera que son aquellas que se expresan en percances verbales y
otras, que fueron las estudiadas por nosotros, que alcanzan niveles de violencia
física que van desde empujones hasta heridas por bala u objetos cortantes”,
explicó.
Malavé fue enfático al determinar
que en los análisis de campo que se han realizado en los últimos meses en torno
al tema del desabastecimiento se recoge una subida de la “tensión colectiva” y
un “acaloramiento popular” que pueden leerse como claras señas de
descomposición social que pudieran generar en un explosión de la sociedad.
Anzoátegui -dijo- es una de las
regiones más golpeadas por el tema de la conflictividad producida por el
desabastecimiento ya que la mayoría de los expendió de comestibles presentan
índices elevados de escasez que rondan el 75%, como arrojó nuestro estudio de
campo anterior.
Plácido Malavé ahondó en el tema
de la violencia social que reina en la entidad explicando que ha sido el mismo
Gobierno a través de un lenguaje “virulento y conflictivo” el que ha fomentado
socialmente un estado de paranoia colectiva que consume la tranquilidad de los
ciudadanos.
“Las peleas que vemos hoy por un
paquete de harina, arroz o leche es sencillamente el abreboca de un estado colectivo
más agudo y profundo que sólo puede ser detenido con un viraje tanto de los
procesos económicos del Gobierno como con la modificación lenguaje que éste
utiliza”, precisó.