@PlacidoMalave
Hoy cuando observamos a un gobierno
de fuerte carácter marxista, hoy cuando observamos a un régimen que niega el
pasado, hasta rayar en la falsificación de la historia, es justo y necesario
hacer una serie de observaciones sobre el futuro… sí del futuro de nuestra
amada Venezuela.
Los autodenominados revolucionarios
arribaron al poder hace casi 15 años con un discurso elocuentemente diferente,
transformador y esperanzador, en esa ola se montaron conocidos representantes
de la vieja izquierda derrotada en las lides democráticas, y así llegaron al
poder y se quedaron… ¡Por ahora y mientras tanto!
Desde hace 15 años se viene
acusando a la mal llamada cuarta república, mejor sería calificarla como la
república civil, de lo más grotescos hechos y deshechos, no vengo a servir de
puritano en medio de la historia, sino a aclarar ciertos puntos.
Los gobiernos civiles y
democráticos con sus defectos y aciertos, porque sí aunque el Gobierno lo
niegue: hubo aciertos y muchos, muchos más que los que puede atribuirse el
actual régimen, marcaron un espacio de nuestra vida republicana, aunque el
pueblo decidió por expresión voluntaria y mayoritaria dejar atrás esa etapa en
1998.
A pesar de todo esto lo que le
interesa al venezolano de a pie, a ese que camina por el Bulevar 5 de Julio de
Barcelona, o por el Paseo Colón de Puerto La Cruz, es la solución de los
grandes problemas que padecen cerro arriba y barrio adentro.
¿Tienen moral ellos para hablar del
pasado? Hablan del paquetazo y se olvidan que en el transcurso de los últimos 9
meses Maduro ha aplicado el más ruin de los sistemas económicos del cual se
tenga memoria en la nación.
Hablan de la inflación de la época
pasada, tapándose los ojos ante las cifras de este 2013 que dejó a la nación en
números tan rojo como las camisas marca Columbia
que suele usar Diosdado Cabello, adalid del “nuevo socialismo”.
No, no tienen ninguna moral para
señalar el ayer, cuando no se preocupan en nada por el mañana, trabajan por
ensayo y error, tapando huecos y dejando estelas de negligencia, por todos
lados.
El régimen que gobierna Venezuela
día a día demuestra que no posee orientación, que su norte es destruir el ayer,
empobrecer el presente y condenar el porvenir de todos los venezolanos; los
pobres más pobres, la clase media casi extinta o en el exilio, y los pudientes
divididos, los opositores cada vez más atemorizados y los arrodillados
sirviéndole de testaferros a los “diablos” rojos rojitos.
Pareciera que el socialismo a la
versión madurista, kirchnerista, moralista (Evo Morales), sandinista y demás
“campeones” del desastre latinoamericano, es diametralmente amoral, debido a
que carece de la facultad de la vergüenza al acusar al ayer de las tropelías de
un presente que no tiene y no deja que otros tengan mañana.